Uno de los aspectos de las soluciones IoT es evidentemente la conectividad. En zonas donde existe una amplia gama de opciones para conectarse a Internet, los requerimientos de energía y alcance de la red, tal vez no sean un problema.
Sin embargo, donde la cobertura de comunicaciones es escasa o incluso inexistente y donde no siempre hay acceso a la energía eléctrica, las tecnologías que pueden ayudar a sobrellevar estas carencias son bienvenidas.
En este sentido, la tecnología LoRa soluciona tanto el alcance de la red, como la falta de energía eléctrica. Es que LoRa permite comunicar dispositivos hasta 30 kms en campo abierto, con un mínimo consumo de energía en los nodos remotos.
LoRa es una tecnología de modulación del tipo spread spectrum (amplio espectro). Esto le permite tolerar ruido, caminos múltiples de señal y el efecto Doppler, mientras mantiene muy bajo el consumo de energía. El costo de lograr esto es el ancho de banda, que es muy bajo comparado con otras tecnologías inalámbricas.
Sin embargo, esto no es un problema cuando hablamos de sensores que envían solo algunos bytes de información en ventanas de tiempo que van de segundos a minutos, que es el caso general de los sensores que se utilizan para aplicaciones de IoT.
El bajo consumo de energía, con el diseño y la configuración adecuada, puede hacer que un sensor se alimente de una batería tipo botón por varios años (casos típicos hablan de 3 a 5 años). Claro que la duración de la carga de la batería dependerá de muchos factores, como la ventana de tiempo en que el dispositivo está en reposo (o activo), el hardware involucrado y la temperatura de operación, entre otros.
Aún así, en el peor de los casos puede utilizarse un método de recolección de energía (energy harvesting), tomando esta del ambiente en forma de radiación solar, calor, vibraciones o incluso energía electromagnética.
La tecnología LoRa está adquiriendo mucho impulso en su uso a través de LoRaWAN, que es un estándar de control de acceso al medio. Mediante esta especificación, es posible gestionar la comunicación de dispositivos inalámbricos que utilizan distintas tecnologías en la capa física, entre una de ellas LoRa. Es importante diferenciar ambas tecnologías, ya que LoRa habla de la capa física (capa 1 del modelo OSI), es decir, el tipo de modulación, el ancho de banda, la frecuencia, etc; mientras que LoRaWAN establece la manera en que se realizarán las comunicaciones (correspondería a las capas 2 y 3 del modelo OSI).
Hay una multitud de aspectos sobre esta tecnología, pero para no alargar más este artículo, dejaré contenido para la próxima entrega. Lo importante al final es saber que las tecnologías LoRa y LoRaWAN han llegado para quedarse y revolucionar las soluciones de IoT.